A las 15, hora señalada, Panigo y otros sacerdotes procedieron al ritual más caro para la fe religiosa: descender de su camarín la imagen de la Virgen. El clima que se vivía dentro de la basílica era de mucha emoción contenida; podía percibirse en los rostros, los gestos, en las palabras dichas al oído de una mujer mayor a otra, en el modo de decir la oración de la Virgen.
Luego, fue llevada apenas unos pocos minutos a la explanada de la basílica; era una multitud de fieles sacando fotos, filmando, llorando. “¡Viva la Virgen! ¡Viva la Virgen! ¡Viva!”, era el cántico gritado al unísono. Curiosamente, cuando fue ingresada al templo nuevamente, en ese exacto momento se largó a llover intensamente, como si desde el cielo se regalara una ofrenda por tanta devoción y veneración.
El arzobispo Sergio Fenoy ofició la misa central luego. La gente seguía llegando con sus paraguas y pilotos impermeables.
La agrupación tradicionalista “El Cencerro” de San Carlos Centro lleva ya 29 años ininterrumpidos llegando desde esa localidad a la peregrinación de la Virgen Nuestra Señora de Guadalupe. ¿Llegando cómo” A caballo: son casi 56 kilómetros.
El sábado a las 5 de la mañana salen desde el predio los escoltas de la agrupación. “Arrancamos a caballo, y al llegar nos instalamos en las instalaciones del Ex Gada. Tenemos más o menos 12-14 horas de viaje. Descansamos y luego venimos a peregrinar por la virgen el domingo. El lunes a primera hora nos volvemos a San Carlos, siempre a caballo. Así se hace todos los años”, relata a El Litoral Roberto Alberto, referente de la entidad.
“Venimos a agradecer, pero también traemos peticiones de toda la agrupación gaucha. Pero siempre siendo escoltas y devotos de la Virgen. Y este trayecto a caballo es el sacrificio que nosotros ofrendamos con amor. En contextos difíciles, nos acercamos más a la fe”, apunta Ángel Carrizo, también de la agrupación.
Sin luz
Como última apostilla, los feriantes no tuvieron luz durante la tarde-noche del sábado. Con todo, no pudieron trabajar de forma normal. Según trascendió, los puesteros abonaron un canon y firmaron un contrato con el municipio, donde se incluía la prestación del servicio de luz en cada puesto, cosa que no ocurrió.
Al respecto, la Municipalidad informó que, debido a las condiciones climáticas registradas durante el día sábado, “la Empresa Provincial de la Energía (EPE) decidió no habilitar las bajadas de energía eléctrica a los puestos de la tradicional Feria de Emprendedores ubicada en los alrededores de la Basílica (...) en función de sus propios protocolos de seguridad”.
FUENTE: ellitoral.com