El Papa Francisco recibirá la capa alistana tradicional de Zamora

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Zamora le regala al Papa Francisco una capa tradicional de casi 8 kilos

Se trata de una vestimenta que los pastores del oeste de la provincia elaboraban con lana de oveja y que hoy día se emplea en las procesiones de Semana Santa

Una capa alistana, inspirada en las que los pastores del oeste de la provincia de Zamora elaboraban con la lana de oveja negra, tosca y sin salida comercial, se entregará al Papa Francisco  en la audiencia del próximo miércoles 30 de octubre en el Vaticano como prenda de abrigo de cara al invierno. Esta vestimenta tradicional para guarecerse del frío, que pesa 7,8 kilos de peso y mide 1,37 metros, la ha confeccionado la sastra Rafaela Fernández, que tiene a sus espaldas 35 años de experiencia como modista de capas pardas alistanas, y éste es el encargo de mayor relevancia que ha recibido.

La capa es un regalo de la asociación para la promoción y el estudio de la capa alistana, que ha visto adecuada la simbología del buen pastor para entregar este obsequio al pontífice. Eso sí, acorde con la figura a la que se dona la prenda, en vez del modelo original más modesto utilizado por los pastores alistanos, se ha elegido la capa de “honras, honor y respeto”, una variante que distinguía a las personas de mayor estatus.

Esa versión de capa parda que recibirá el papa Francisco I es la misma que se utiliza en algunas de las procesiones más tradicionales de la Semana Santa de Zamora, como la del Santo Entierro de Bercianos de Aliste, que fue la primera en ser declarada bien de interés cultural.

Para la capa del obispo de Roma y cabeza de la iglesia católica, Rafaela Fernández ha utilizado cinco metros de tela de color pardo realizada con lana abatanada de oveja castellana negra y uno de tela de color negro para los adornos o picados. Esta capa alistana se ha personalizado con un dibujo identificativo del pontífice, con las llaves de San Pedro como adorno principal.

La tela procede de Val de San Lorenzo, una localidad leonesa de larga tradición en artesanía textil, y para su confección, con partes cosidas a máquina y otras bordadas a mano, Rafaela Fernández ha empleado el equivalente a una jornada laboral semanal, aunque no ha querido cobrar por el trabajo.

Otro elemento distintivo, que en las tradicionales capas pardas sólo llevaban las de mayor porte, son las tres listas de color blanco que alternan en los flecos de la esclavina, que tienen como función servir de aguadores cuando llueve para evitar que la capa se moje, ha explicado a Efe el presidente de la asociación donante de la capa, Félix Marbán.