"¿Quién es Jesús para mí? ¿Qué lugar tiene en mi vida? ¿Lo sigo sólo de palabra o me dejo transformar por el encuentro con Él?", invitó a preguntarse el Papa Francisco, este domingo, a los fieles congregados en la Plaza de San Pedro para el rezo del Ángelus.
Después de un viaje de 12 días por Asia y Oceanía, a través de 4 husos horarios, miles de personas se encontraron y 32 mil kilómetros recorridos, en 44 horas de vuelo, Francisco volvió a asomarse por la ventana del Palacio Apostólico para la oración mariana y la Plaza lo recibe con aplausos y un cartel de "bienvenido a casa".
Al reflexionar sobre el Evangelio de este domingo, cuando Jesús pregunta a sus discípulos: "Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?", recuerda cómo Pedro responde al Señor diciendo: "Tú eres el Cristo". Responde perfectamente, observa el Papa, pero momentos después, cuando Jesús habla del sufrimiento y de la muerte que debe sufrir, Pedro se opone y el Señor lo reprende con fuerza diciendo: "¡Quítate de mi vista, Satanás! Porque tú no estás de parte de Dios, sino de parte de los hombres". Si antes Pedro respondió correctamente, su modo de pensar sigue siendo el de los "hombres", explica el Papa, porque quiere un Mesías fuerte y victorioso, que no pueda sufrir ni morir.
Conocer verdaderamente a Jesús
En la misma situación podemos encontrarnos también nosotros, subrayó el Papa, porque podemos entender algo del Señor y responder correctamente, pero nuestra mentalidad sigue siendo mundana, necesitada de conversión para abrirnos a los caminos de Dios y a nuestra llamada a seguirlo. Así pues, podemos conocer la doctrina de la Iglesia, recitar correctamente nuestras oraciones y estar familiarizados con el catecismo, explicó el Papa, pero todavía necesitamos conocer mejor al Señor, más que sólo algo sobre Él. Esto significa, dijo, seguir al Señor y dejar que nuestro corazón y nuestra mente sean tocados y transformados por su Evangelio.
El Santo Padre subrayó la importancia de la relación y del encuentro con el Señor para conocerlo. Es este encuentro, dijo, lo que cambia tu vida: tu modo de ser, tu modo de pensar, las relaciones con los hermanos, la disponibilidad a acoger y perdonar, las decisiones que tomas en la vida.
"¡Todo cambia si conoces verdaderamente a Jesús! Todo cambia."
¿Quién es Jesús para mí?
Para concluir, el Papa recordó el testimonio del teólogo y pastor luterano Dietrich Bonhoeffer, víctima del nazismo, que en sus Cartas y escritos desde la cárcel escribió sobre el papel del cristianismo en el mundo y sobre la necesidad de preguntarnos quién es realmente Cristo para nosotros hoy. Se lamentó de que muchos ya no se hagan esta pregunta fundamental, tan importante para conocer y seguir al Señor.
El Papa también pidió que nos preguntemos quién es Jesús en nuestra vida y si lo seguimos sólo de palabra o si estamos realmente abiertos al encuentro personal con el Señor, que puede transformar nuestra vida. El Papa pidió a la Virgen María que nos ayude en este esfuerzo.
FUENTE: aica.org