"¡La vida que nos da el Espíritu Santo es vida eterna! La fe nos libera del horror de tener que admitir que todo termina aquí, que no hay redención para el sufrimiento y la injusticia que reinan en la tierra", dijo el Papa Francisco, ante miles de personas reunidas en la Plaza de San Pedro para la audiencia general semanal de este miércoles 16 de octubre.

Continuando con su serie de catequesis sobre el Espíritu Santo, el pontífice pasó, esta semana, de discutir lo que se nos ha revelado acerca del Espíritu Santo en la Sagrada Escritura, a cómo Él está presente y actúa en la vida de la Iglesia.

"El Espíritu Santo está presente y actúa en nuestra vida cristiana", afirmó el Santo Padre, subrayando que el Espíritu "habita en nosotros" y "está dentro de nosotros".

'El Espíritu Santo es el Señor'
Durante sus comentarios, el Papa destacó el papel del Espíritu Santo a lo largo de la historia de la Iglesia y su poder para promover la reconciliación y las relaciones entre los cristianos.

El Santo Padre también recordó a los reunidos que, dentro de la vida de la Santísima Trinidad, el Espíritu Santo es "consustancial", igual en divinidad al Padre y al Hijo, y que, como "dador de vida", el Espíritu Santo nos hace participar de la misma vida de Cristo y de su victoria sobre el pecado y la muerte.

En este contexto, subrayó que el Espíritu es precisamente Dios: "El Espíritu Santo es el Señor, es Dios".

Noticias consoladoras para los fieles
"En todo esto" -se preguntó- "¿dónde está la gran y consoladora noticia para nosotros?" "Es -se respondió- que la vida que nos da el Espíritu Santo es vida eterna". 

Con fe, aseguró el pontífice, "podemos tener la tranquilidad de saber qué hay más allá de las miserias de esta vida y del mundo".

La carta de san Pablo a los Romanos, sugirió asimismo el Papa, lo asegura: "Si el Espíritu de Aquel que resucitó a Jesús de entre los muertos habita en vosotros, el que resucitó a Cristo Jesús de entre los muertos dará vida también a vuestros cuerpos mortales por su Espíritu, que habita en vosotros".

La fe nos da esperanza y paz
"Cultivemos esta fe -concluyó Francisco-, también para aquellos que, a menudo sin culpa alguna, carecen de ella y son incapaces de dar sentido a la vida. Y no olvidemos agradecer a Aquel que, con su muerte, nos obtuvo este don inestimable".

FUENTE: aica.org