Surgido en noviembre de 2018 como un Vivero Inclusivo, este proyecto ambiental y social de Cayastá, de la mano de las políticas comunales, viene teniendo un crecimiento sostenido. Con un punto de inflexión en el año 2022, introduciendo desde ese momento mejoras y la incorporación de nuevos profesionales. Todo ello se enmarca en la decisión política comunal de mejorar todos los aspectos que hacen a la sostenibilidad del proyecto en el tiempo, y a transformar al vivero en una marca productiva regional.
Hasta 2022, el vivero estaba abocado completamente a la producción de plantines de estación, se producía pequeñas cantidades de plantas, y árboles. "Hoy, merced a la nueva planificación se producen unas 3000 a 5000 ejemplares anuales, en un 70 % árboles aproximadamente, el resto arbustos, enredaderas y herbáceas perennes, priorizando las especies nativas de Santa Fe. El mayor logro quizás la capacitación del personal que se ha entrenado en el reconocimiento de especies, la recolección y acondicionamiento de semillas y la multiplicación y adecuada forma de producción de cada especie", indicó Edgardo Berli, presidente comunal.
El objetivo de este espacio productivo es brindar contención y formación a personas con discapacidad, promover políticas públicas de inclusión y generar acciones sustentables para la localidad. Trabajan en el vivero unas cinco personas permanentemente, y recientemente se incorporaron jóvenes de la "Asociación Civil Creer", que trabajan en contra turno. Hoy el vivero de la comuna de Cayastá es un espacio productivo sustentable que prioriza el cuidado del ambiente y la educación ambiental, trabajando con instituciones educativas y la comunidad. Se producen árboles y plantas nativas, principalmente del Delta e Islas del Paraná y también de otras ecorregiones de la provincia de Santa Fe. Continúa siendo un espacio de formación laboral, inclusión y contención de personas con discapacidad y personas en situación de riesgo y vulnerabilidad social, atendiendo al espíritu que motivó su creación.
"Queremos destacar que también se produce para responder a demandas especiales de productores, paisajistas y otros interesados. El personal del vivero se encuentra muy involucrado en la producción y participa además de la plantación y el mantenimiento de estas plantas en los espacios verdes de la localidad. Ha habido un crecimiento técnico marcado. Dado su desempeño en las tareas, reciben un porcentaje de los ingresos por ventas", remarcaron desde la comuna.
Además, se ha mejorado sustancialmente las condiciones del predio, acondicionando en forma permanente y acorde a las estaciones, el invernadero y sombráculo y creando espacios para permanencia y comodidad del personal. La producción del vivero se está empleando en la planta urbana de la localidad: en la costanera; se han plantado ceibos, ibirá pita; también en plaza Malvinas se plantaron unos cincuenta árboles, entre ellos Inga, Palo Vívora, Ceibo, Tatané. Se generaron grupos de cada especie para generar una suerte de "mancha" de esa variedad, y generar a la vez sombra. También se plantaron 60 árboles en la zona del reservorio de agua que está en el camino hacia Punta Arena, con motivo de la conmemoración del día del árbol. También se plantaron distintas especies en el espacio de nativas, a la vera de la intersección entre la ruta 1 y 62. Por otra parte, la producción se destina centralmente a diferentes proyectos ambientales, como restauración de espacios ecológicos. Este año se entregaron muchos ejemplares al Ministerio de Ambiente, a cambio de herramientas para trabajar en arbolado, como podadoras de altura, tijeras para poda de formación, etc. A cambio el Vivero Comunal cedió árboles que se entregaron a comunas, clubes.
"Se trabaja con las instituciones educativas de la localidad, a inicios del ciclo lectivo se convoca al trabajo conjunto y se desarrollan diferentes tareas en todos los niveles educativos (jardín, primario, secundario). Se brindan charlas (día del árbol, día del ambiente), y distintas propuestas como la gestación de un cantero de nativas en el colegio secundario, con participación de los alumnos, o charlas en la escuela con entrenamiento en siembra de árboles nativos y acondicionamiento del arbolado y jardín del nivel inicial con motivo de su 50 aniversario", prosiguió Berli.
“Creemos que hay que seguir creciendo en cuanto a nuestro patrimonio ambiental. Seguiremos mejorando la productividad de nuestro vivero con una meta clara, mejorar la calidad de vida de la población desde la salud ambiental, pensando en el largo plazo, algo que tendrá un impacto positivo en las nuevas generaciones. Hay que apostar a los cambios culturales, por eso creemos que la mirada de los profesionales y la construcción junto a la comunidad permiten potenciar nuestra naturaleza, que es uno de los rasgos identitarios de esta hermosa localidad”, señaló finalmente Edgardo Berli.
Banco de semillas propio
La Ing. Verónica Kern, asesora ambiental de la comuna, explicó al respecto que el vivero "cuenta con más de 300 ingresos pertenecientes a unas 150 especies, la mayoría recolectadas en diferentes ambientes de la localidad". Además, comentó, "se realiza el compostaje de restos orgánicos en pilas de volteo, obteniendo el compost que se emplea como sustrato en la producción". Las plantas y árboles se emplean en arbolado público y espacios verdes de la localidad, para incrementar la flora nativa, revalorizando el paisaje y la identidad del lugar. Además, se disponen para la venta, haciendo posibles proyectos de paisajismo sustentable, forestaciones rurales con especies nativas, acciones de restauración ecológica e incorporación de nativas en arbolado y espacios verdes públicos de otras comunas y municipios.