Francisco invitó a albergar la presencia de María en nuestra vida

Durante su audiencia general semanal, el Papa reflexionó sobre el misterio de la Visitación e instó a los fieles a imitar a María que acogió a Dios y sus planes en su vida.

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Los cristianos debemos seguir el ejemplo de la Santísima Virgen María en la Visitación con su prima Isabel, acogiendo a Dios y sus planes para nuestras vidas.

El Papa Francisco ofreció este estímulo durante su Audiencia General en el Vaticano el miércoles, durante la cual pidió al padre Pierluigi Giroli, que leyera su catequesis porque dijo que está resfriado.

Continuando su serie de catequesis sobre el tema del Año Jubilar, "Jesucristo nuestra esperanza", el Santo Padre reflexionó sobre el misterio de la Visitación.

La Santísima Virgen, recordó el Papa Francisco, visitó a Santa Isabel, "pero es sobre todo Jesús, en el seno de su madre -subrayó- quien visita a su pueblo".

María se pone en camino sin miedo
De hecho, destacó, después del asombro y la maravilla de María tras el anuncio del ángel, ella se levanta y se pone en camino.

María, dijo el Papa Francisco, no tuvo miedo del peligro ni del juicio de los demás; más bien, la joven fue hacia los demás en lugar de elegir protegerse del mundo.

El Papa Francisco observó que esto ilustra que, cuando nos sentimos amados, experimentamos una fuerza que pone en movimiento el amor.

El Santo Padre recordó la insistencia de san Pablo en que el amor de Cristo nos impulsa, nos impulsa y nos mueve.

"María siente el impulso de este amor", dijo el Papa Francisco, añadiendo que el amor impulsó a María a visitar a su prima y "a compartir su fe en el Dios de los imposibles y su esperanza en el cumplimiento de sus promesas". El Papa continuó reflexionando sobre el encuentro entre las dos mujeres.

El Magníficat
María, recordó el Papa, no habla de sí misma sino de Dios en su Magníficat, "elevando una alabanza llena de fe, de esperanza y de alegría".

"Aunque sus verbos están todos en pasado", observó el Papa Francisco, sus palabras están llenas de un recuerdo del amor que ilumina el presente con la fe e ilumina el futuro con la esperanza.

"María canta la gracia del pasado, pero es la mujer del presente que lleva en su seno el futuro", afirmó.

El Señor se inclinó ante la humilde María para realizar en ella "cosas grandes" y convertirla en la Madre del Señor, observó el Papa, mientras subrayaba su fidelidad a su pueblo para siempre.

Por último, el Papa Francisco concluyó invitando a todos a pedir hoy al Señor la gracia de saber esperar el cumplimiento de cada una de sus promesas y de ayudarnos a acoger el ejemplo de María para nuestra propia vida.

FUENTE: aica.org