El papa León XVI visitó este martes 14 de octubre, por primera vez, al presidente de la República Italiana, destacando la importancia de la paz mundial, la solidaridad con los migrantes y la promoción de la identidad cultural italiana.
"Expreso mi gratitud por la ayuda que este país ofrece con gran generosidad a los migrantes, que llaman cada vez más a sus puertas, así como por su compromiso en la lucha contra la trata de personas", dijo el Papa a Sergio Mattarella, durante su primera visita al Palacio del Quirinal, residencia oficial del presidente italiano.
"Se trata de desafíos complejos de nuestro tiempo, ante los cuales Italia nunca se ha rendido. Los animo a mantener siempre una actitud de apertura y solidaridad", añadió el Papa, dirigiéndose a funcionarios y figuras religiosas, entre ellas la Primera Ministra italiana, Giorgia Meloni.
Tras un encuentro privado con Mattarella, León XIV intervino para pedir la "integración constructiva" de los recién llegados a las tradiciones de la sociedad italiana, advirtiendo de la tendencia contemporánea a devaluar los valores culturales tradicionales.
El Papa expresó su preocupación por el descenso demográfico en Italia, pidiendo condiciones laborales justas y atención a la maternidad y la paternidad para promover la vida familiar.
La intervención reforzó la "importancia fundamental, a todos los niveles, de respetar y proteger la vida en todas sus fases, desde la concepción hasta la vejez, hasta el momento de la muerte".
"Espero que esta conciencia siga creciendo, también en lo que respecta a la accesibilidad a la atención médica y a los medicamentos, según las necesidades de cada persona", continuó el Pontífice.
En un contexto mundial marcado por numerosos conflictos, el Papa renovó "su ferviente llamamiento a seguir trabajando para restablecer la paz en todas las partes del mundo", agradeciendo a Italia su papel, en particular en el apoyo a los niños de Gaza, en colaboración con el hospital pediátrico Bambino Gesù de la Santa Sede.
Al pedir la "protección de los más frágiles y necesitados", León XIV destacó también que el octavo centenario de la muerte de San Francisco de Asís, Patrono de Italia (3 de octubre de 1226), ofrecerá la oportunidad de "subrayar la urgencia del cuidado de nuestra casa común".
El Papa, Obispo de Roma y Primado de Italia, en la tradición católica, reiteró la importancia de la distinción y la colaboración respetuosa entre Iglesia y Estado, subrayando que ambos actúan al servicio del "bien común" y de la "persona humana".
El Palacio del Quirinal, construido en el siglo XVI como residencia de verano papal por orden del papa Gregorio XIII, fue presentado como un símbolo de esta colaboración y de la herencia cultural que la fe cristiana dejó en Italia.
León XIV fue recibido con honores militares y, tras el intercambio de regalos, tuvo lugar la sesión oficial ante las autoridades italianas.
Sergio Mattarella agradeció la presencia del Papa, elegido el 8 de mayo, y presentó una reflexión sobre el escenario internacional, destacando que "la lógica del más fuerte" y "la tentación de recurrir a las armas" parecen imponerse en un mundo marcado por la guerra y la desigualdad.
El presidente italiano aludió a la agresión rusa contra Ucrania y al conflicto en Medio Oriente como signos de un sistema en colapso ético, antes de evocar el papel de la Iglesia en la defensa de la dignidad humana y el apoyo a los más vulnerables.
FUENTE: aica.org