El Ministerio de Salud, a través de la Región Santa Fe, durante diciembre de 2020 y en el marco de acciones de lucha contra el dengue realizó, en 14 jornadas de trabajo, “actividades de descacharrado asistido, sistemático y progresivo en las zonas más afectadas por brotes anteriores de 12 barrios de la capital provincial”. Así, fueron relevados 7167 domicilios.

Las actividades –que se replican en todas las regiones de Salud– prosiguen en enero atento a los diversos operativos territoriales de detección y prevención, tanto de Covid-19 como de otras enfermedades estacionales o bien no transmisibles.

En el caso de dengue y otras virosis transmitidas por mosquitos, la Región Santa Fe, a través del área de Control de Vectores, y en forma conjunta con agentes del Ministerio de Desarrollo Social, Centros de Acción Familiar (Cafs) y voluntarios estudiantes de enfermería, “inició el recorrido en los barrios asociados a la preexistencia de casos de dengue en el brote de enero a junio 2020”, explicó la responsable del área mencionada, Mariana Maglianese.

“A lo largo de las 14 jornadas se relevaron un total de 295 manzanas de 14 barrios. Se abarcaron así 7167 inmuebles de los cuales 3606 se encontraron cerrados, pero se dejó folletería informativa correspondiente; en 1586 domicilios rechazaron el ingreso pero no obstante, además de entregarles materiales informativos, se pudieron generar charlas de concientización sobre la importancia crítica de tener el patio descacharrado, libre de criaderos de mosquitos”, amplió Maglianese.

Y destacó la responsable de Control de Vectores: “Unas 1819 casas fueron trabajadas, es decir que los vecinos permitieron el ingreso a los hogares para llevar a cabo el descacharrado asistido. Además, se intervino en 146 baldíos registrados en esos barrios”.

CONTROL DE CRIADEROS DE AEDES AEGYPTI

Otro aspecto de importancia que se relevó “es la cantidad de potenciales criaderos de Aedes Aegypti (es decir de recipientes que contienen o podrían contener agua y larvas de mosquitos)”, dijo Maglianese.

Y agregó: “Esto nos permite hacer una categorización de los domicilios según el riesgo para el desarrollo de estos vectores. Encontramos entonces 1561 viviendas de bajo riesgo, 179 viviendas de mediano riesgo y 79 viviendas de alto riesgo”.

“Otros datos alentadores y conclusiones a las que pudimos arribar es que el trabajo que la provincia desarrolló de enero a junio de 2021 tuvo impacto positivo”, dijo la responsable de Vectores. Además, agregó: “En los barrios trabajados –puntualizó en ese sentido–, asociados a la preexistencia de casos de dengue en el brote del período señalado, se verificó que la mayoría de los patios recorridos presentan bajo riesgo (86% promedio) para el desarrollo del mosquito, habiendo permanecido ordenados, con pocos cacharros que puedan ser criaderos. Esto marca a las claras que la presencia y acompañamiento al vecino en terreno es una herramienta muy efectiva y necesaria”.

“A su vez –aclaró Maglianese– se logró revertir el sentido erróneo de prevención y control de las poblaciones de mosquitos del dengue a través de la fumigación”.

Finalmente, expresó que “es destacable que en esos barrios disminuyó la probabilidad de aparición de casos de dengue por el mecanismo de transmisión transovárica (de mosquitos hembras a su descendencia)”.

CONTROLES EN ALTO VERDE Y SAN LORENZO

Asimismo, durante las semanas comprendida del 4 al 18 de enero, los equipos de salud y desarrollo social realizaron los operativos de descacharrado en los barrios de Alto Verde y San Lorenzo. Además, se les brindó a los vecinos la información necesaria para evitar la propagación del dengue.

En Alto Verde se contó con la colaboración del Centro de Salud “Demetrio Gómez”, principalmente con la instalación que permitió ejecutar el lanzamiento y cierre diarios de la actividad, como así también el acopio de material. Por su parte, en el barrio San Lorenzo se logró el apoyo tanto del Centro de Salud del mismo como el de la vecinal.

A lo largo de las jornadas, se relevó allí un total de 38 manzanas. Se llegó a 1331 inmuebles de los cuales 550 se encontraron cerrados, 267 rechazaron el ingreso al domicilio y 493 fueron trabajadas, es decir que los vecinos permitieron el ingreso a los hogares para llevar a cabo el descacharrado asistido. Además, se intervino en la mayoría de los 11 baldíos registrados.