A una semana de asumir como Párroco en la Basílica Natividad de la Santísima Virgen, el Padre Ernesto Agüera presidió la procesión y santa misa realizada frente al templo central de la ciudad en conmemoración al Día de la Inmaculada Concepción de María.

Cientos de fieles se hicieron presentes en la Plaza San Martín de la ciudad para acompañar la celebración que estuvo especialmente dedicada a los niños.

El padre dedicó su homilía a los más pequeños, e incluso se sentó junto a ellos y los interrogó en un diálogo compartido en búsqueda de reforzar el mensaje de la celebración.

La Inmaculada Concepción, conocida también como la Purísima Concepción, es un dogma de la Iglesia católica decretado en 1854 que sostiene que la Virgen María estuvo libre del pecado original desde el primer momento de su concepción por los méritos de su hijo Jesucristo.

Al desarrollar la doctrina de la Inmaculada Concepción, la Iglesia católica contempla la posición especial de María por ser madre de Cristo, y sostiene que Dios preservó a María desde el momento de su concepción de toda mancha o efecto del pecado original.