Seis personas murieron este lunes y otras 24 resultaron heridas cuando un hombre, detenido después en una autopista, abrió fuego con un rifle desde un techo durante un desfile por la Independencia de Estados Unidos en las afueras de Chicago, lo que convirtió al día que suele ser una demostración cívica de patriotismo en una nueva escena de pánico que vuelve a sacudir a un país divido acerca de la portación de armas de fuego.
El presunto autor del tiroteo fue identificado como Robert E Crimo III, un joven de 22 años, que fue descrito por la policía como "peligroso", dijo el comandante de la Policía local, Chris O'Neil.
Pero horas después fue detenido mientras conducía por una autopista el auto Honda Fit Silver del 2010, color plateado, que había sido reportado previamente por las autoridades.
Videos publicados por algunos medios mostraron que no opuso resistencia.
El tiroteo ocurrió en el suburbio de Highland Park, una localidad de unos 30.000 habitantes, al norte de Chicago, llinois, uno de los cinco estados en los que está prohibida la tenencia de armas de fuego en un sitio público.
"Dos docenas de personas han sido transportadas al hospital de Highland Park. Se ha confirmado la muerte de seis", dijo a los periodistas O'Neil.
La policía dijo que se hallaron "pruebas de arma de fuego" en un techo cercano.
"Todo indica que (el sospechoso) era discreto, era muy difícil de ver", había dicho el portavoz de la fuerza de crímenes mayores del condado de Lake, Christopher Covelli, sobre Crimo III.
Un ciudadano mexicano es parte de las seis víctimas fatales, informó el gobierno de México.
"Lamentablemente, hemos confirmado una persona de nacionalidad mexicana fallecida por disparo de arma de fuego en Highland Park", dijo Roberto Velasco, jefe de la unidad para América del Norte de la Cancillería, vía Twitter.
El funcionario indicó también que dos de los heridos son "de origen mexicano".
El 4 de julio de de 1776 Estados Unidos se declaró una nación independiente del poder británico. Es un día feriado en todo el país y los estadounidenses acuden en masas a los desfiles, como este de Highland Park, que comenzó alrededor de las 10 y se detuvo repentinamente 10 minutos después, cuando se escucharon disparos.
Con los estampidos, cientos de personas, algunos visiblemente ensangrentados, huyeron de la ruta del desfile, dejando atrás sillas, cochecitos de bebé y mantas, según se observa en los videos publicados en las redes sociales.
“El 4 de julio es un día sagrado en nuestro país: es un momento para celebrar la bondad de nuestra nación, la única nación en la tierra fundada en base a una idea: que todas las personas son creadas iguales”, tuiteó el presidente Joe Biden.
“No se equivoquen, nuestros mejores días aún están por venir”, señaló.
“Jill y yo estamos conmocionados por la violencia armada sin sentido que una vez más ha causado dolor a una comunidad estadounidense en este Día de la Independencia”, dijo Biden en un comunicado.
"Hablé con el gobernador (Jay Robert) Pritzker y la alcaldesa (Nancy) Rotering, y ofrecí todo el apoyo del gobierno federal a sus comunidades. También pedí a las fuerzas del orden público federales que ayudaran en la búsqueda urgente del tirador", agregó, cuando el atacante aún estaba prófugo.
"El dolor no traerá de vuelta a las víctimas, y las oraciones por sí solas no detendrán el terror de la violencia armada desenfrenada en nuestro país", dijo el gobernador demócrata de Illinois, Pritzker.
"Me mantendré firme con los habitantes de Illinois y los estadounidenses: debemos, y lo haremos, terminar con esta plaga de violencia armada".
Más temprano, el jefe de policía del municipio de Highland Park, Chris O’Neill, había dicho en conferencia de prensa que el tirador es un hombre blanco de entre 18 y 20 años –tiene 22- y de pelo negro y largo, que vestía remera blanca o celeste.
"Estamos buscando agresivamente al individuo responsable", dijo a los periodistas el portavoz del departamento del alguacil, Christopher Covelli. "Podría estar en la ciudad; podría estar en otro lugar".
El video de la escena mostró el caos que se desarrolló en el pacífico suburbio de North Shore. Los padres estaban sentados en la acera de la ruta del desfile disfrutando de la banda de música cuando los músicos de repente comenzaron a correr para salvar sus vidas. Las familias se alejaron corriendo de la ruta del desfile, dejando atrás cientos de sillas de jardín vacías, cochecitos, bebidas y globos.
Highland Park fue el escenario de una gran reunión en apoyo del control de armas el 11 de junio. La manifestación March for Our Lives fue una de las cientos que se llevaron a cabo en todo el país con el objetivo de presionar a los legisladores para que tomen medidas bipartidistas al respecto.
Biden firmó el mes pasado el proyecto de ley sobre violencia con armas de fuego de mayor alcance aprobado por el Congreso en décadas, un compromiso que mostró tanto el progreso en un tema intratable durante mucho tiempo como la división partidista profundamente arraigada que persiste.
El tiroteo se produce poco después de una masacre el 24 de mayo de 19 escolares y dos maestros en una escuela primaria en Uvalde, Texas. Antes, el 14 de mayo, un supremacista blanco mató a tiros a 10 personas negras en una tienda de comestibles en Buffalo, Nueva York.
Y sucede menos de diez días después de que la Corte Suprema falló a favor de una expansión de los derechos de tenencia de armas de fuego en Estados Unidos pese a la ola de tiroteos masivos.
Y encuentra una sociedad polarizada con una Corte que lanzó recientes fallos históricos que pusieron fin al derecho constitucional al aborto, ampliaron los derechos de portación de armas y redujeron la autoridad del gobierno para regular las emisiones de las centrales eléctricas.
Además, en estos días, las audiencias del Congreso ofrecen testimonio sobre lo cerca que estuvo el expresidente Donald Trump y una mafia violenta que lo apoyó el 6 de enero de 2021 de anular las elecciones de noviembre de 2020 que llevaron a Biden a la Casa Blanca.
Fuente: www.telam.com.ar