En diálogo con Gustavo Galoppo por los 41 años de Tacural agregó que "tuvimos años complicados, pero en el pueblo nuestros padres nos criaron enprendedores y luchadores, y así llegamos a este presente. Vale agradecer a la familia que nos tuvo que bancar porque eran muchas horas de trabajo para salir adelante, como así también los empleados que fueron y son pilares de esta empresa".
"En nuestros pagos los piemonteses le llamaban chorizo al salamín, y sobre la forma de comerlo, hay muchas teorías. Nosotros tenemos dos secadores automáticos italianos y eso es garantía de calidad. De todos modos -agregó por LT9- el comerciante te lo pide fresco, de unos cuatro días. Pero luego la cadena de comercialización hace que tenga más hasta su venta al cliente. Yo sugiero -aclaró- que el salamín recién comprado lo envuelvan en papel de diario y lo pongan en la heladera y en unos diez días estará en el mejor momento".
Fianlmente Miguel Fenoglio afirmó, que "agradezco todos los días a nuestra Madre la Vírgen de Guadalupe, y a Dios por todo lo que nos ha dado, y especialmente por el trabajo que podemos dar a tanta gente" finalizó diciendo.