Joe Biden será oficialmente el próximo presidente de Estados Unidos y Kamala Harris, la vicepresidenta, tal y como ha confirmado ayer lunes el Colegio Electoral, el órgano encargado de nominar formalmente a los dirigentes de la próxima Administración.
La ratificación tumba la estrategia de Donald Trump, que ha fracasado en su batalla legal y tampoco ha logrado revertir el sentido de la votación. Uno a uno, los 538 delegados han respetado y sellado los resultados electorales certificados previamente por cada estado, donde ninguna autoridad electoral ha hallado indicios del supuesto fraude que denuncia la campaña republicana en los territorios donde no han ganado.
Pero más allá de falsas conspiraciones, lo cierto es que Biden ha superado el umbral de 270 electores necesarios para alcanzar la Casa Blanca con 306 votos, frente a los 232 recabados por Trump.
La votación de este lunes forma parte del sistema electoral indirecto del país, puesto que los ciudadanos no escogen directamente a su candidato, sino a los representantes de su estado en el Colegio Electoral.
Generalmente, este proceso apenas suscita interés, pero la disputa de Donald Trump lo ha convertido este año en todo un símbolo de la integridad de la democracia estadounidense después de que varios funcionarios electorales hayan llegado a denunciar amenazas de muerte.
Han pasado 37 días desde el anuncio de la victoria del demócrata, pero Trump y muchos republicanos siguen sin admitir su derrota electoral en público. Es más, el presidente señalaba el fin de semana que la batalla todavía no ha terminado, aunque apenas cuenta con ninguna opción de permanecer en la Casa Blanca porque ningún tribunal, ni siquiera el fiscal general, William Barr, han hallado pruebas del fraude electoral denunciado por el republicano.
De hecho, el aliado del presidente dejará el puesto el 23 de diciembre, según ha anunciado Trump en Twitter momentos después de la confirmación del Colegio Electoral.
El viernes, la Corte Suprema rechazaba una querella presentada por el fiscal de Texas y el último varapalo judicial ha llegado hace unas horas, con la negativa de Wisconsin a desechar unas 200.000 papeletas.
Así las cosas, el presidente afronta la recta final de su mandato con la vista puesta en el 6 de enero, fecha en la que el Congreso deberá aceptar formalmente la nominación del Colegio Electoral. Según la prensa estadounidense, su última opción pasaría ahora por cuestionar los resultados de un puñado de estados bisagra, una estrategia abocada al fracaso, puesto que requiere el consenso de las dos Cámaras y los demócratas tienen la mayoría en la Cámara de Representantes y varios senadores republicanos creen que ya ha llegado el momento de pasar página.
Prueba de ello es el senador John Cornyn, que ha declarado que "llega un momento en el que hay que darse cuenta de que, a pesar de los esfuerzos, no ha tenido éxito, esa es la naturaleza de las elecciones. Tiene que haber un ganador y un perdedor".
Biden pide a Trump pasar página
En un discurso desde la sede demócrata en Wilmington, Biden ha instado a su rival a pasar página. Para el demócrata, ha llegado la hora de reconocer que las elecciones han terminado, de dejar atrás los ataques y de trabajar por los estadounidenses.
"En América, los políticos no toman el poder, el pueblo se lo concede” .Pero con la votación del Colegio Electoral, el demócrata deja atrás la batalla electoral y prepara su llegada a la Casa Blanca. "Nuestra democracia ha sido puesta a prueba y amenazada, pero hemos demostrado resiliencia". Ahora, toca mirar al futuro de Estados Unidos” disparó Biden.
FUENTE: lt9.com.ar