Hoy tienes ante tus ojos la oportunidad de este nuevo día, deja atrás las tristezas y dolores.
Despójate del enojo y con la fuerza de Dios en tu corazón despide bien lejos la depresión...
¡Regocíjate!, ríe y canta! Deja que Dios traiga luz a tu vida, calor a tu alma y color a tus días.
Solo el amor de Dios sana, consuela, protege, fortalece y guía hacia la plena felicidad.
¡CREE! Porque cuando crees en el poder de Dios y aceptas su voluntad, verás lo imposible suceder en tu vida.